¿Sabes cómo cuidar tu piel durante el tratamiento oncoterápico en invierno?
En esta época puede ocurrirte que aplicas tu crema hidratante y en minutos sientes sensación de tirantez. Esto es señal de que tu piel está deshidratada. Aplicar más cantidad de producto no es la solución.
La piel en invierno se expone a las inclemencias climatológicas externas pero también le afecta las condiciones en el interior de los edificios.
A esto puede sumarse que, debido a los tratamientos médicos como la quimioterapia, la radioterapia o la inmunoterapia tu piel sufra efectos secundarios: deshidratación, tirantez, picores e incluso grietas. Sigue leyendo que te explico porqué ocurre esto y qué puedes hacer para ayudarla a sentirse bien y tú con ella.
¿Qué es lo que provoca estos cambios o que se agraven?
La calefacción disminuye la humedad del ambiente y provoca la evaporación del agua que contiene la piel lo que contribuye a su deshidratación. Además, el humo de la calefacción aumenta la contaminación del aire en invierno, lo que ensucia la piel, tapa los poros y reduce la oxigenación.
El frío contrae los vasos capilares pues estos intentan mantener el calor. La contracción dificulta la llegada de oxígeno y nutrientes a las células y por esto la piel presenta un aspecto desvitalizado, apagado e incluso cansado. Además, se retrasa el ciclo de renovación celular y se acumulan mayor cantidad de células muertas, por lo que la piel se vuelve áspera.
Los cambios bruscos de temperatura provoca la ruptura de los capilares y la aparición de rojeces en la nariz y los pómulos. Si tu piel se ha sensibilizado debido al tratamiento para el cáncer, debes tener mucho cuidado con dichos cambios ya que favorecen aún más la pérdida de agua y la aparición de mayor sensibilidad.
Debido a todos estos factores puede ser necesario adaptar tu rutina de belleza actual para que esté destinada a mantener tu piel en condiciones óptimas y sea capaz de superar el invierno sin daños graves.
¿Qué tratamientos me pueden ayudar desde la cabina de belleza?
Desde Innixi, tu espacio personal te recomiendo tres en especial:
Sacia tu sed o Sacia tu Sed Oncológico, dependiendo del punto de la enfermedad en que te encuentres. Es un viaje al concepto de «clean beauty» que combina activos cosméticos para relajar la superficie cutánea y ayudar a que la piel se empape en agua, como una esponja, cuidando de su equilibrio.
Su principal activo, el cuateteco es recolectado por la Asociación Mujeres y Ambiente de México.
Pura Calma Oncológico es un tratamiento ideado para aliviar y calmar aquellas pieles que necesitan una atención especial, que necesitan protección y defensa. Trabaja sobre los signos habituales provocados ya sean por el invierno o por los tratamientos médicos. Sus objetivos son reforzar la barrera de protección cutánea, proteger los capilares y mejorar el bienestar de la piel.
Un plus:
El invierno es la mejor época para realizar tratamientos despigmentantes faciales intensivos para las manchas que hayan podido quedar tras la medicación para el cáncer. Si ya has finalizado tu tratamiento médico y quieres que hablemos sobre ello, no dudes en ponerte en contacto conmigo.
Te sorprenderá la dureza que el tratamiento Luz Supema presenta ante las manchas y la suavidad y protección que refleja en tu piel.
Respecto a los activos más indicados para protegernos del rigor del invierno son calmantes, vasoconstrictores y reparadores como el alfabisabolol, la caléndula o la manteca de karité. Además, debes evitar productos que contengan alcohol, conservantes o perfumes.
Otro activo fundamental es el Ácido Hialurónico en todos sus pesos moleculares como el que encuentras en la línea Rehydra de Vagheggi. Los aceites vegetales como el de argán o el de jojoba funcionan muy bien para nutrir y calmar la piel.
Un emoliente adecuado (a base de lanolina, urea…) ayudará a mantener una piel sana durante el invierno.
Para dar con la cosmético más adecuada para tu piel es fundamental la valoración individual dermatológica de cada tipo de piel, por ello en Innixi, tu espacio personal es fundamental el diagnóstico personalizado.
A estas alturas, te habrás dado cuenta de que cuidar la piel en invierno es clave para que cumpla su función protectora y evitemos así el riesgo de sufrir de disconfort en ella. Por ello desde Innixi, tu espacio personal te doy 10 consejos a tener en cuenta:
- Hidrata a diario y varias veces al día tu piel: Insiste en las zonas especialmente rugosas como son codos, rodillas y talones. Y recuerda que aunque haga frío, incluso aunque esté nublado, los rayos UV siguen actuando, por lo que hay que proteger la piel durante todo el año con protector solar de amplio espectro.
- Evita lavar excesivamente las manos: El exceso de higiene favorece la aparición de grietas que pueden derivar en infecciones. Tras el lavado, recuerda aplicar cremas hidratantes y con efecto barrera.
- Usa productos suaves y testados dermatológicamente y evita los productos agresivos. En Innixi, tu espacio personal puedo recomendarte los más adecuados según los efectos secundarios cutáneos de los tratamientos médicos.
- Evita las exfoliaciones.
- Dúchate con agua tibia: Combatirás la deshidratación. Además, evita ducharte más de una vez al día y sécate siempre a toquecitos, sin arrastrar la toalla sobre la piel.
- Hidrata los labios y protégelos de la luz ultravioleta: Los labios no disponen de la misma capa protectora que el resto de la piel así que no dudes en emplear labiales, preferiblemente hidratantes y con protección solar.
- Emplea gafas de sol y protección solar diaria especialmente en zonas donde haya nieve, ya que ésta refleja el 80% de la radiación solar. No olvides que los tratamientos médicos son fotosensibilizantes y favorece la aparición de manchas.
- Usa guantes y prendas de abrigo: Especialmente si tienes alguna sensibilidad producida por la medicación oncoterápica.
- Cuida la alimentación. Aumenta antioxidantes, presente especialmente en la fruta y la verdura y no olvides beber entre 1,5-2 litros de agua al día. Si no eres amante del agua, prueba con agua infusionada, caldos, infusiones o sopas.
- Evita el alcohol: empeora la dilatación capilar facial.