Las bacterias que nos habitan
En contra de lo que pueda parecer, este conjunto de microorganismos ayudan a mantener su salud siempre que esté equilibrado, lo que se conoce como simbiosis.
Por el contrario, la disbiosis o desequilibrio del mismo, supone un impacto negativo.
Lo cierto es que mantener el equilibrio de la dermobiota, que así es como se llama esta especie de cuarta capa de la piel, es bastante más complicado de lo que pueda parecer en un principio. La composición de la microbiota depende de la zona de la piel de la que hablemos, variando tanto en especie como en cantidad. Así, en zonas sebáceas, suele prevalecer el género bacteriano mientras que en zonas húmedas, donde existe mayor número de glándulas sudoríparas, encontramos mayor diversidad microbiana.
Como dato curioso te diré que no hay dos personas con la misma microbiota, al igual que ocurre con las huellas dactilares.
EL EJE INTESTINO-PIEL:
Existe una relación más que demostrada entre nuestra microbiota, el intestino y la piel por lo que se ha establecido que la disbiosis de la microbiota intestinal influye en el equilibrio de la piel.
¿CUÁLES SON LOS FACTORES QUE CONTRIBUYEN A ALTERAR LA DERMOBIOTA?
- Alimentación: Una dieta rica en alimentos proinflamatorios o escasa en antioxidantes por ejemplo afecta de manera negativa.
- Entorno: En grandes ciudades donde se convive de manera habitual con la polución, existe un mayor riesgo de desequilibrio de la dermobiota que en los entornos rurales. Esto da lugar a mayor riesgo de alteraciones cutáneas.
- Estrés: El ritmo de vida que llevamos perjudica seriamente la salud en todos los aspectos. Uno de ellos son las alteraciones cutáneas derivadas directamente del estrés como pueden ser el acné adulto ya que existe una conexión directa entre la piel, el cerebro y el intestino.
Esto quiere decir, como hemos visto anterioremente, que la disbiosis de la microbiota intestinal influye negativamente en el equilibrio de la piel. - El exceso de higiene: El empleo continuado de jabones y cosméticos no adecuados a nuestro tipo de piel ayuda a ese desequilibrio de la dermobiota que favorece, como en el caso del estrés, la aparición de alteraciones cutáneas como puede ser la dermatitis atópica por la pérdida de la función barrera de la piel. Esto no quiere decir que no nos duchemos, sino que lo hagamos con el producto adecuado, dejándote aconsejar por la especialista en la piel: tu esteticista.
¿CÓMO PODEMOS AYUDAR A RECUPERAR EL EQUILIBRIO DE LA DERMOBIOTA?
- Cuidar nuestra salud digestiva y, en caso de alteraciones buscar el origen y solucionarla.Ya hemos visto la importancia de un buen funcionamiento del eje intestino-piel.
- Alimentarnos adecuadamente con una dieta rica en fibra, polifenoles, antioxidantes y vitaminas que ayuden a alimentar nuestra microbiota.
- Tener una adecuada higiene cutánea, con cosméticos que mantengan el correcto p.H de la piel y ayuden a mantener el correcto equilibrio del microbioma.
Diversos estudios demuestran que algunas de las alteraciones cutáneas provocadas por un desequilibrio de la dermobiota son la dermatitis atópica, la dermatitis seborréica, el acné o la rosácea por lo tanto es importante saber cómo mantener el equilibrio de este conjunto de bacterias, virus y hongos.
Por este motivo, los cosmetólogos apuestan por añadir prebióticos, postbióticos y moléculas bioactivas que aniden y se multipliquen en la piel con el objetivo de asegurar su equilibrio. Aún así, este campo es relativamente nuevo y se necesita más investigación para ofrecer opciones seguras y efectivas a las pieles que padecen afecciones como las anteriormente vistas.
¿PERO QUÉ SON LOS PREBIÓTICOS, LOS PROBIÓTICOS Y LOS POSTBIÓTICOS?
Los prebióticos sirven de alimento a la dermobiota para que haya bacterias, virus y hongos en cantidad suficiente y de calidad, de esta manera se mantiene una flora cutánea saludable y se limita el desarrollo de patógenos. Son componentes no vivos.
Los postbióticos y las moléculas bioactivas son metabolitos, es decir desechos, producidos por la fermentación probiótica de los prebióticos y cuyas funciones son equilibrar la piel y mantener su función barrera.
¿Y dónde dejamos a los probióticos en el campo cosmético? Pues no tengo buenas noticias: actualmente en el campo cosmético la regulación de la Unión Europea no permite su uso.
El uso de los probióticos supone un reto en la industria cosmética ya que, incluir bacterias vivas en la cosmética suele ir asociado a la contaminación del producto. Es por esto que la Unión Europea no permite su uso.
Además, los conservantes actuales aniquilarían dichas bacterias de tal forma que el producto no llegaría en buen estado. Hay un largo camino a recorrer hasta encontrar con conservantes que consigan diferenciar las bacterias útiles de las patógenas.
Espero que este post te ayude a conocer un poco mejor tu piel y aprendas a cuidarla adecuadamente. Recuerda no excederte en la higiene, tu piel necesita un microbioma equilibrado para estar sana.
Para cualquier duda, ponte en contacto conmigo a través de info@innixi.es