Oncología,  Salud

¿Sabes cómo manejar la ansiedad que el cáncer provoca?

Incertidumbre y ansiedad durante el cáncer

Tras el diagnóstico de cáncer ¿sabes cómo manejar la ansiedad que el cáncer provoca?

La incertidumbre puede generar un estado de ansiedad en ocasiones difícil de controlar por ti misma, por lo que puedes necesitar herramientas para mejorar tu salud emocional incluso puedes necesitas la ayuda de profesionales.

¿Tienes ansiedad? ¿te agobias con facilidad? ¿sientes presión en el pecho frecuentemente? ¿y un nudo en el estómago? ¿has reducido el contacto social por desgana? ¿te emocionas fácilmente?

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones percibidas como amenazantes y sin lugar a duda, el cáncer es una de ella ¿o no has sentido miedo desde que te diagnosticaron la enfermedad? La ansiedad es una emoción natural que todos hemos sentido en algún momento de nuestras vidas, en su forma moderada puede ser adaptativa y útil para las personas. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve persistente, abrumadora y dificulta el funcionamiento diario, puede empezar a considerarse un problema, incluso siendo necesario un tratamiento y apoyo profesional.

Como posiblemente habrás comprobado el cáncer genera ansiedad, pero para tu tranquilidad puedes actuar para moderar tu ansiedad y prevenir que se convierta en un problema que paralice aún más tu vida.

¿Sabes cómo manejar la ansiedad producida por el cáncer?

Según Nuria Rodríguez, psicóloga sanitaria experta en psicooncología, puedes seguir las siguientes pautas:

  • Comunicación sanitaria: anota todas tus dudas y preocupaciones, resuélvelas con tu equipo médico. La información te ayudará a entender y reducir la incertidumbre.
  • Controla la información: Evita la búsqueda de información y si lo haces, que sea limitada y de fuente fiables, además no olvides contrastarla con tu equipo médico.
  • Apoyo emocional: compartir tiempo y emociones con tus seres queridos es una importante vía de aliviar la carga emocional.
  • Establece rutinas diarias: te proporcionará un sentido de normalidad y te ayudará a reducir la incertidumbre y la ansiedad.
  • Autocuidado: Preocúpate de tu bienestar, mantén hábitos de vida saludable, dieta sana, ejercicio suave, cuida tu imagen y descansa. Tu bienestar físico ayuda a tu bienestar emocional, y por tanto, a tu salud.
  • Vivir el presente: el futuro no existe. Trata de preocuparte por el presente, el aquí y ahora, preocuparte por el futuro aumentará tu malestar emocional.
  • Metas alcanzables: Divide tu objetivo y marca pequeñas metas, en lugar de metas futuras a largo plazo, así obtendrás logros diarios que te empujarán a continuar.
  • Práctica relajación: la meditación, respiración profunda, yoga, etc. te ayudará a lo largo de toda tu vida a reducir la ansiedad. Trata de incorporarla a tu rutina.
  • Ayuda profesional: no descarte la posibilidad de hablar con un profesional, pasar por un cáncer no resultada nada fácil y toda ayuda es bienvenida.

Te en cuenta que aprender requiere de práctica y entrenamiento, por lo que no dejes de llevar a cabo estas recomendaciones. Y recuerda que es normal que te sientas insegura en ciertas circunstancias, pero trabajar en estas estrategias puede ayudarte a manejar estos sentimientos de manera más efectiva.

Autocuidado y relajación para manejar la ansiedad

Como acabamos de ver, según Nuria Rodríguez, el autocuidado y la relajación desempeñan un papel crucial en el manejo de la ansiedad durante el cáncer ya que fortalecen la capacidad de hacer frente a los desafíos emocionales asociados con el cáncer.

Una de las formas en las que estas prácticas pueden ser beneficiosas es el masaje oncológico.

El masaje en pacientes oncológicos puede proporcionar alivio de síntomas como el dolor, la ansiedad y la fatiga. Aunque se necesita precaución y adaptación a cada caso, por ello, es crucial que el masaje sea realizado por profesionales capacitados como encuentras en Innixi, tu espacio personal y en coordinación con el equipo médico para asegurar la seguridad y la adecuación a las necesidades individuales.

¿Qué beneficios tiene el masaje oncológico para el manejo de la ansiedad?

Aunque es importante destacar que los beneficios del masaje pueden variar según la persona y la situación, de manera general, podemos hablar de que el contacto físico en el contexto del masaje puede ser beneficioso para el paciente oncológico de varias maneras:

  1. Aliviar el estrés emocional:  El contacto físico puede proporcionar consuelo y apoyo emocional.
  2. Reducir la ansiedad: El tacto puede desencadenar respuestas fisiológicas que ayudan a reducir la ansiedad, promoviendo una sensación de calma y bienestar.
  3. Mejorar la conexión mente-cuerpo: El masaje ayuda a los pacientes a conectarse con su propio cuerpo, promoviendo la conciencia corporal y la relajación muscular. La liberación de la tensión en los músculos, reduce la rigidez y mejora la flexibilidad.
  4. Estimular la liberación de endorfinas: El contacto físico durante el masaje activa la liberación de endorfinas, contribuyendo a un estado de ánimo mejorado y al alivio del dolor.
  5. Activar el sistema nervioso parasimpático: Esto promueve la relajación y reduce la activación del sistema nervioso simpático asociado con el estrés.

¿Qué precauciones exige el masaje oncológico?

En un masaje oncológico, es fundamental tener precauciones específicas para garantizar la seguridad y el bienestar del paciente. Algunas de las precauciones incluyen:

  1. Comunicación con el equipo médico: Antes de proporcionar un masaje, es esencial obtener la aprobación del equipo médico del paciente oncológico y estar al tanto de cualquier consideración médica específica.
  2. Adaptación a las necesidades individuales: Cada paciente puede tener necesidades y tolerancias diferentes. Es crucial adaptar la presión, la duración y las técnicas del masaje según la condición física y emocional del paciente.
  3. Evitar áreas afectadas: Evitar áreas con tumores, cicatrices recientes, o zonas de tratamiento reciente, como radioterapia o cirugía, para prevenir molestias o complicaciones.
  4. Sensibilidad a la fragilidad: Pacientes con cáncer pueden tener piel más sensible o huesos más frágiles. El masajista debe ser consciente de esto y ajustar la presión y las técnicas en consecuencia.
  5. Respeto a la fatiga: Pacientes oncológicos pueden experimentar fatiga. La duración del masaje debe ser adaptada para evitar aumentar la fatiga y permitir tiempos de descanso si es necesario.
  6. Conocimiento de contraindicaciones: problemas de coagulación o riesgo de trombosis, son dos ejemplos de las contraindicaciones médicas que deben ser consideradas y el masajista debe estar informado sobre estas condiciones.

La clave es la comunicación abierta con el paciente y su equipo médico, y la adaptación cuidadosa de la técnica para satisfacer las necesidades específicas de cada persona.

¿Existen estudios que respalden los beneficios del masaje en pacientes oncológicos?

Sí, hay estudios que respaldan los beneficios del masaje en pacientes oncológicos. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista «Integrative Cancer Therapies» en 2016 encontró que el masaje terapéutico puede mejorar la calidad de vida y reducir los síntomas en pacientes con cáncer de mama.

Otro estudio a considerar es el publicado en la revista «Journal of Pain and Symptom Management» en 2016. Este estudio examinó el impacto del masaje terapéutico en pacientes pediátricos con cáncer y encontró que el masaje ayudaba a reducir la fatiga y mejorar la calidad de vida.

Referencias: